Había
una vez una niña cuya mamá le regaló por su cumpleaños una capa negra con
caperuza de tereciopelo negro. A
la niña le gustó tantísimo el
regalo que no se quitaba la capa ni para dormir. Como llevaba el pelo teñido de
negro, y las uñas pintadas de negro, y los ojos maquillados de negro, en su
pueblo le llamaban Caperucita Negra.
Un
día su madre le dijo:
- Caperucita, tu abuela está enferma. He preparado una cesta con dulces y mermeladas para que se la lleves. Pero recuerda por favor, ve por el camino más corto, el que pasa por el barrio más pijo de la ciudad, ése en el que hay centros comerciales y tiendas de Hello Kitty y en el que todas las casas están impecablemente encaladas de blanco y tienen el césped perfectamente recortado y en el que parterres de rosas rodean los jardines. No te vayas por el barrio de los modernos en el que hay tiendas de ropa gótica y salas de conciertos, que luego te entretienes mirando muñecas de Monster High y nunca llegas. Y sobre todo, y esto es muy importante, ten cuidado si ves al Lobo Punk y no le hagas ni caso, que es muy embaucador y muy peligroso.
Caperucita
Negra prometió obedecer a su madre, y tomó el camino hacia la casa de su
abuelita.
...continuará en Cuentos clásicos para chicas modernas.
...continuará en Cuentos clásicos para chicas modernas.